Una de las etapas más significativas en el desarrollo del ser humano la constituye aquella relacionada con importantes cambios psicosexuales, el final de la niñez, pubertad y adolescencia en la cual se destacan los cambios hormonales que afectan directamente el estado de ánimo y la conducta de los jóvenes.
La etapa denominada pubertad tiene una duración alrededor de cuatro años, siendo las niñas usualmente las primeras en experimentar estos cambios, llegando a su fin cuando la persona llega a la etapa reproductiva.
Durante esta etapa las niñas y los niños tienden a crecer de manera significativa, esto es estirón del adolescente. Las características sexuales primarias (los órganos reproductivos) inician su madurez y las características sexuales secundarias hacen su aparición.
En los últimos cien años la tendencia secular hacia la adquisición más temprana de la estatura adulta y la madurez sexual se hizo más notoria debido a las mejoras de los estándares de vida.
Entre los principales signos de madurez sexual están la producción de esperma en los varones y la menstruación en las mujeres. La espermarquia ocurre, por lo general a la edad de trece años. En estados Unidos la menarquía ocurre en promedio entre los 12 y 13 años.
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